Llevo unos días con bastante fiebre (un saludo, coronavirus), así que he aprovechado para echar un vistazo desde la cama a la web de un amigo que ha empezado con afiliación.
En su mensaje, me la presenta prácticamente como una obra maestra. La cúspide de las webs de afiliación, el recurso definitivo donde todos iremos a informarnos antes de comprar.
El problema es que la web es una 💩
Así que me encuentro frente a otra víctima del efecto Dunning-Kruger.
Este efecto es un sesgo psicológico que hace que seamos incapaces de evaluar objetivamente la calidad de nuestro trabajo, normalmente sobreestimándola. En los últimos años he visto casos similares en afiliación: gente sorprendida por no estar consiguiendo sus objetivos cuando otros sí los está logrando.
Sin embargo, en aquellas ocasiones en que he revisado su web, a menudo me he topado con lo mismo:
- Nichos demasiado amplios
- Generar contenido para varias categorías a la vez
- Redacción que no aporta valor
- Textos escasos y sin profundidad
- No crear contenido para verdaderas long tails
- Títulos mal optimizados para SEO
Yo mismo fui víctima del efecto Dunning-Kruger cuando empecé mis primeras webs —hasta que logré superarlo.
Ahí la cosa cambió. Una vez fui capaz de identificar mis debilidades, me convertí en un competidor a tener en cuenta.
La única forma de vencer este efecto es mediante una visión externa. Y no me refiero a recurrir a nuestros padres, pareja o amigos (seguramente no quieran herir nuestros sentimientos), sino en pedir crítica constructiva de verdad.
Tenemos que buscar a alguien crítico, como el típico conocido que te suelta las cosas a la cara sin filtro. Quizás nunca nos tomaríamos un café con él, pero es nuestro mejor aliado para huir de las garras de Kruger.
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